No más privilegios para los arroceros

Si se tuviera que escoger el artículo más elemental y característico de la canasta basica en Costa Rica, necesariamente habria que decir el arroz.
No hay día que pase en que las y los costarricenses comamos arroz. Es la parte escencial de nuestra gastronomía. Fuera ricos o pobres, es algo que nunca falta en la mesa.
Desgraciadamente, desde hace muchísimos años todos terminamos pagando mucho más por un producto que consumimos a diario y que podríamos comprar a un menor precio.
La razón de eso es que hay un pequeño sector (el de los arroceros), que gozan de una serie de privilegios para proteger su negocio, entre ellos la existencia de fuertes impuestos para la importación de este grano.
Proteger las ganancias de unos empresarios hace que las y los consumidores paguemos más por el arroz de forma innecesaria.
Importantes organismos internacionales como la OCDE lo dijo claramente hace pocos días: la falta de un mercado competitivo en el arroz provoca un encarecimiento de los precios para los consumidores.
En medio de una pandemia que está empobreciendo cada vez a más gente, es inaceptable que se mantengan los privilegios a un sector en detrimento del bienestar de la mayoría. Es hora que el Gobierno elimine esos beneficios y se ponga del lado de quienes compran el arroz para subsistir